sábado, 1 de mayo de 2010

1er Cadaver.

12 de abril de 2010 
a
30 de abril de 2010

AUTORES: 
 MIREYA IVAN AMAIA NADIA IKER

Por una vez, todos estábamos de acuerdo. No íbamos a llegar a ningún camino que nos llevara al punto de origen ese es el verdadero destino de vuestra especie. La comprensión de este principio os elevara a un nivel superior de consciencia. tal que se creía capaz de volar. Ese era su sueño: volar. Subir lo más alto posible y visitar la luna era su sueño, aunque luego recordó que Las Hurdes también era un buen destino para pasar sus vacaciones de verano. Hizo veloz la maleta y se despidió de su familia y de todo lo que había dejado atrás. ¿Que le impedía volver? No volvía por la intensidad con la que deseaba hacerlo. No pensaba en otra cosa que en volver, cada día, a todas horas. Le daba tanto miedo esa necesidad de volver que hacerlo significaría una derrota ante sí. Sin duda ya habría vuelto si no le hubiese importado tanto. 
Ya todo estaba sentenciado y no había nada que pudiera hacer. ¿O tal vez si? Tal vez debería de ir a buscarla y atreverme a decirle todo aquello que pienso cuando callo. Pero cuando canto me siento mejor. Ya sé que te gustaría que cantara clavelitos todo el día, pero no puede ser. Tengo la voz rota. Estoy planteándome hacer un casting, pero no sé si va a poder ser. Una lástima, qué pena que no pudiera asistir al concierto de la Terremoto de Alcorcón, si es que siempre se perdía las buenas muestras de cultura organizadas en su ciudad, realmente fue mala suerte que se derrumbara  el Palacio de los Deportes, es un buen lugar para esconderse. El caos campa a sus anchas entre los que lo ocupan. Es imposible que allí te encuentre nadie, incluso con la cara pintada no se llama demasiado la atención. Es fácil esconderse incluso de uno mismo. Con tanta gente cruzándose, gritando, con unos celebrando lo que otros lamentan. Volví a mirar en el cajón de la mesita de noche. Allí no hay sitio para lamentos, sólo caben pequeñas esperanzas y algunos miedos, pero siempre inofensivos y pequeños, o eso es lo que les gusta aparentar, ya que cuando se agrupan son sangrientos y mortíferos como un banco de pirañas. Salvajes y  hambrientas. No se lo pensó dos veces  y metió la mano para intentar coger su anillo de diamantes. Recapacitó en el último momento y decidió que  no le compensaba recuperar el anillo. ¿Para qué perder una mano por rescatar un anillo que no podría nunca lucir? Mucho mejor sería comprarse una cámara de fotos para inmortalizar ese momento. El caso es que cuando les presentaron sintió un escalofrío recorriendo su espina dorsal; No era la primera vez que veía esa cara, esto debía ser lo que llaman dejá vú tras otro Dejá Vú. No haber dormido durante las últimas 72 horas produce una sensación extraña, tanto física como psíquicamente. El cuerpo y la mente se adelantan uno a otro constantemente, mezclando instantes en los que parece que el cuerpo no es capaz de seguir al cerebro con momentos en los que es el cerebro el que se queda atrás, confundiendo lo que ya ha pasado, lo que está pasando y lo que aún está por pasar. Si sólo existe el presente, el ahora, ¿a quién demonios le importa el futuro? y de todo lo pasado, mejor no hablar, a veces un silencio dice mas que el mejor discurso del mundo, un silencio que lo dice todo, que todo se acabo: la coca cola, el vino, el jamón, la mayonesa e incluso aquel bote de aceitunas que llevaba abierto más de dos meses y que dormitaba al fondo de la nevera. Ante este panorama tan triste, decidió salir a cenar fuera. ¿Qué mejor que aquella pequeña pizzería que tanto le gustaba? se calzó sus zapatos de tacón rojos y allí que fue. Cogió su coche, se llamaba Giorgio en honor a un antiguo affaire mantenido durante su segundo matrimonio. Era guapo y aplicado en las artes amatorias, pero falló al regalarle un diamante que resultó no tener ningún valor a todos esos sentimientos que van y vienen, a veces contradictorios, pero que tan importantes son para su vida. Unos sentimientos que definen su actitud hacia los demás y, aún mas importante, su actitud con su propia vida... O no. Ya estaba hasta arriba de hacer concesiones y de haber hecho de ello algo natural y casi obligatorio en su día a día. Esta vez quien se arriesgara tanto sería otro, yo, no fui. yo quien se llevó las llaves de su coche. ¿Qué se pensaba? ¿Qué iba a ser capaz de robarle su todoterreno delante de sus narices? Pensar que yo era una ladrona, una triste raterilla de mercadillo. Que incauto. No me llevé su resplandeciente todoterreno verde simplemente porque no me gustaba el color. Así de claro. se lo dijo; - Mi cuerpo es un templo, chato, no oses profanarlo, si acaso acepto libaciones, pero no de cualquier clase. Y con un giro orgulloso de su cuello se alejó haciendo eses por la calle. Dentro de poco va a amanecer. Ha llegado el desagradable momento en el que los pájaros comienzan a despertarse y a cantar recordando a los últimos borrachos que dentro de poco saldrá el sol e inevitablemente empezarán a sentirse mal. Sin motivo aparente tendrán alucinaciones. En un corto espacio de tiempo empezarán a convulsionar. Y ya la sensación de malestar pasará a un segundo plano, será olvidada Será olvidada pero no perdonada, porque duro es el castigo de los justos  pecadores que decidieron ponerse para un día tan señalado pantalones de cuadros. Eso fue porque no contaron con un asesor de moda fashionista que les indicara cómo vestir ante tal evento. Es que la visita del campeón mundial de doma de caracoles de carreras no era para menos. ¿Qué vestir en esa ocasión? Yo me pondría mis zapatos azules. zapatos azules de Le Mao que me costaron un riñón, no, no lo digo de forma figurada, aún recuerdo la luz cegadora del quirófano y el olor a miedo del anestesista en prácticas de tiro. Con una pistola es más fácil sentir seguridad. Una pistola es una de esas cosas que nunca has pensado seriamente tener hasta que has cogido una entre tus manos y la has disparado. Vaciar un cargador te pide vaciar el siguiente. Cuando te enfrentas con cualquiera, por cualquier cosa, incluso la más absurda, tu pensamiento siempre llega a la misma conclusión: si quisiese podría matarte. En tan sólo 30 segundos pasarías a mejor vida. Morirías sin tiempo para decir aquello que nunca te atreviste, sin tener la oportunidad de despedirte así, de esas maneras, sin mirarnos a la cara como si tuviéramos la peste. Un olor insoportable, tanto que tuvimos que escapar corriendo de la habitación. Cómo en un ser tan pequeño se podría concentrar tanta mezcla de gases... una barbaridad. Para mí que ha sido uno de los peores olores que olido en mi vida y mira que los he olido malos: a desagüe atascado, a baño en San Fermín, a queso rancio, etc. pero aquello era incomparable. y sin parangón, tan claro era el día que decidió alquilar un globo aerostático y pensó que no sería mala idea el dar una vuelta al mundo con el, como Willy Fog, que es el nombre en dibujo animado de Phileas Fog, y Dartacan, que es de de D'Artagnan. A los niños siempre les dan versiones dulces de las cosas. ¿Como caricaturizarían mi nombre si tuviesen que hacerme más amable a los ojos de los niños?

FIN